Más de 200 productores que se formaron en el SENA,
en los dos últimos años, reactivan el mercado de la fruta y fortalecen a siete
unidas productivas.
Como apoyo al trabajo y la proyección del Clúster
de piña en el departamento, la Entidad no solo forma en buenas prácticas
agrícolas, también orienta procesos de transformación del producto.
Yopal (Casanare),
17 de noviembre de 2015.- Hace tres años, Deogracias
Cabezas Peña siembra piña y es uno de los 208 agricultores que, en los dos
últimos años, ha recibido formación del SENA en Casanare como Emprendedor en cosecha,
pos cosecha y comercialización de cultivos agrícolas, con énfasis en buenas
prácticas y manejo fitosanitario.
Él tiene 62 años, es boyacense pero vive en Monterrey, Casanare, hace
más de 32 años. Llegó en busca de mejores oportunidades económicas para su familia: su
esposa y cuatro hijos.
Deogracias pasó por primera vez en el SENA, en Bogotá, en 1972, cuando
prestaba el servicio militar. En ese momento hizo un curso en redes eléctricas,
aéreas y subterráneas, “Trabajé y
contraté varios años para grandes empresas. Sin embargo, el conflicto me cambió
la vida y ahora, nuevamente, gracias al SENA cambié de profesión y tengo una
nueva oportunidad con el cultivo de piña. Soy agricultor”, contó.
En el 2013, la producción mundial de piña fue
de 24, 78 millones de toneladas en 1,03 millones de hectáreas, según la Base de
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAOSTAT), la cual contiene datos procedentes de la FAO, la OIT y
el Banco Mundial.
Las cifras en Colombia, según las Evaluaciones
Agropecuarias Municipales del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural,
reflejan que en el 2012 se produjeron 486 mil toneladas en 18 mil hectáreas;
con Santander, Valle del Cauca, Cauca, Quindío y Meta, como los cinco mayores
productores, en su orden; que la exportación de piña del país durante dicho año
fue de 1,8 millones de dólares y que dicho cultivo, entre 2008 y 2012, alcanzó
un crecimiento de 6,3 por ciento en el país.
Por sus condiciones
agronómicas y estructurales de sus suelos, la posición geográfica y el clima, los Llanos Orientales es una de las mejores
zonas del país para el cultivo de la piña, así lo establece el Plan Nacional
Frutícola, liderado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el
Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola y la Asociación Hortofrutícola de
Colombia.
Casanare
es el cuarto departamento del país con áreas con potencial para el cultivo de
frutas como la piña. En el 2012, en tierras casanareñas se produjeron 9.814
toneladas, en 239 hectáreas. Los municipios en los que más se produce son
Villanueva (34.6 por ciento), Tauramena (26.9 por ciento), Yopal (9.8 por
ciento) y Aguazul (7,5 por ciento), según las Evaluaciones Agropecuarias
Municipales del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Las cifras
en generación de empleo también son importantes. Según un diagnóstico
realizado, en el 2014, por el Clúster de piña, que lidera la Cámara de Comercio
de Casanare y que apoya el SENA con acciones de formación dirigidas a productores,
asesoría y acompañamiento a transformadores del producto, 68 unidades
productivas de piña del departamento (muestra del estudio) generaron más de 200
empleos directos en los cuatro anteriores municipios en el 2013 y el volumen de
su negocio alcanzó los 1.142 millones de pesos.
“Los agricultores saben que el cultivo de piña es
una actividad económica promisoria, por eso, el SENA, a través del programa
Jóvenes Rurales Emprendedores, les ha ofertado formación en cosecha, pos
cosecha y transformación. Además de acompañamiento en la consolidación y
fortalecimiento de unidades productivas”, dijo la
directora de la regional del SENA en Casanare, Johana Astrid Medina.
La formación que recibió Deogracias se enfocó en la implementación del
cultivo en piña Gold y las buenas prácticas agrícolas para garantizar un
cultivo sostenible: manejo adecuado de residuos y desechos, buena utilización
de fertilizantes, manejo de aguas y disposición de los insumos agrícolas, entre
otras. “Me sirvió mucho porque estaba a
punto de dejar el cultivo, solo producía para el consumo familiar y ahora tengo
sembradas 130 mil plantas, en un poco más de cuatro hectáreas”, indicó.
Su unidad productiva Granja Brisas del Tacuya, es una de las siete que cultivan
y comercializan piña en Casanare que han recibido formación y fortalecimiento
del SENA, en los últimos dos años. Se proyecta para sembrar 30 hectáreas el
próximo año, ya tiene su propia semilla y ahora siembra de manera tecnificada y
empezará a producir escalonadamente, para garantizar producción durante todo el
año.
“Estamos viendo los frutos de
entidades como el SENA que me han dado la mano y no han perdido el tiempo
conmigo. Por eso, espero que me sigan acompañando, es importante porque lo estimulan
a uno para que salga adelante con sus cultivos”, afirmó
Deogracias.
Él fue uno de los dos emprendedores que representó a Casanare en la
Feria Expo Rurales Emprendedores, realizada en Girón (Santander), del 6 al 7 de
noviembre. "Es una bendición para
mí, sirve para darme a conocer y establecer contactos con posibles compradores.
Nos brindan las oportunidades y nosotros debemos aprovecharlas", concluyó.
El aporte del SENA al sector piñicultor en Casanare ha ido más allá de
la formación en producción. También, desde el programa Jóvenes Rurales
Emprendedores, entre 2014 y 2015, se han formado 125 casanareños como Emprendedor
en procesamiento y comercialización de productos derivados de frutas y hortalizas.
Así, las unidades productivas familiares se han formado en la
transformación de la piña, en almíbar, deshidratada, en jugo, néctar,
mermelada, en diversas presentaciones y en buenas prácticas de manufactura,
generando ingresos e introduciendo al mercado nuevos productos transformados en
la región.
Ananás Chips es otra de las
unidades productivas formadas y fortalecidas por Jóvenes Rurales Emprendedores.
Su emprendedora es Claudia Yesenia Moreno González, de 26 años, y recibió
formación en Montaje de unidades productivas en el área de alimentos. Actualmente,
produce y comercializa piña deshidratada en Tauramena, municipio que cuenta con
una tradición de 20 años en estos cultivos.
Esta
unidad productiva, cuyo nombre hace alusión a la denominación científica de la
piña, Ananás comosus, nació como respuesta a la necesidad de aprovechar la
piña MD2 (Oro miel) que cultiva el papá de Yesenia y que, a veces, sale con un
tamaño menor al exigido por el cliente.
“Mi
producto es 100 por ciento natural, lo comercializo directamente y es una piña
lista para consumir como ‘snacks’ o para utilizar en aromáticas, repostería, en
bebidas o en granola. Tengo capacidad instalada para producir 1.050 unidades de
60 gramos, mensualmente, y en este momento estoy en adecuaciones para adquirir
el registro INVIMA y así poder comercializar en grande”, señaló Yesenia.
Ella
participa en el Clúster de piña, en el componente de transformación, y recibe
acompañamiento del SENA en la formulación de proyectos para postularse a las
convocatorias del Fondo Emprender, con un tutor asignado de la Unidad de
Emprendimiento de la regional y asistiendo a talleres de formulación,
sustentación de proyectos y manejo de plataforma.
En
Aguazul, municipio que también le apuesta a la ampliación y el desarrollo del
cultivo de la piña, segundo productor en el departamento, dos unidades productivas
transforman y comercializan el producto, también, con el apoyo de Jóvenes
Rurales Emprendedores del SENA: Asopiña que produce piña en fresco (fruta que
no se ha procesado o transformado) y Casa Linda, con piña en rodajas empacada
al vacío y en almíbar, que comercializan sus productos en Yopal y Aguazul,
respectivamente.
ASOCERES (Yopal)
y Frutos del Guachiría (Paz de Ariporo) también producen piña en fresco y
Maraure (Hato Corozal) comercializa piña fresca y en cuadritos.
El apoyo a
las iniciativas de emprendimiento en piña también se ha dado a través del Fondo
Emprender del SENA: en el 2014, Andrés Felipe Hernández, con su proyecto
Ceagrocol S.A.S, recibió 100 millones de pesos para cultivar y comercializar
piña fresca, deshidratada y encerada, en Aguazul.
De esta
manera, el SENA en Casanare apoya la consolidación del Clúster de piña con acciones
de formación y fortalecimiento a productores y transformadores. De hecho, actualmente,
se ofertan en Aguazul dos cursos de Emprendedor en cosecha, pos cosecha y
comercialización de cultivos agrícolas con enfoque en buenas prácticas, y otro en
Tauramena que beneficia a 85 productores.
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